viernes, 2 de noviembre de 2007

Fantasía


Es tu silencio el que hoy me acompaña
Aún cuando las voces se hacen tan necesarias
Mis recuerdos
no pierden la esperanza
De renacer sobre tu piel escamada.

Así, esta noche me cantas
y sin siquiera darte cuenta
convierto tus canciones en las voces
que mis sueños hoy esperan
aún sabiendo que aquella fantasía
ahogará
finalmente
mi menuda paz interna.

Un minuto, tan sólo un minuto
Necesitaría
para besarte eternamente
Y demostrarte que
El resto del tiempo,
de aquél tiempo,
Ha sido un mal cuento.


C.G.

4 comentarios:

Blas de Lezo dijo...

Un minuto eterno en el que de la razón se pierde el gobierno.
Un minuto que que vale por el infinito número de minutos envueltos en rutinas y frases agradecidas de calor artificial.

Me hace sentir tu poema. ¡Gracias!

Anónimo dijo...

hay alguien por lo que siento eso mismo, tan claro como ud puede decirlo... pero no hay nada que hacer más que dar vuelta la página (por lo menos en eso estoy).

salutes.

zeta dijo...

Me lo leí de un tirón y estoy casi seguro que lo leí mal...Pero lo de las escamas me encanta...Me siento cubierto de ellos...Creo que me voy a buscar una sartén para descansar,suerte,besos,adiós.

Sandra Rubio dijo...

Yo estoy de acuerdo con zeta, lo de las escamas es precioso... Me llegó dentro y fuerte.
Saludos!