miércoles, 28 de mayo de 2008


Profunda era
La mirada triste del pequeño abandonado
A la ingratitud de la pobreza
eterna cobijadora de sueños inalcanzables

Profunda era
La palabra del sabio ermitaño escondido
Entre montañas de mágicos libros
Verdaderos dueños del conocimiento imperativo

Profundo era
El beso suave derramado
de los labios maltratados y ahogados en vino.
confiado de verdades musicales eviternas

Profundo, era…

Y así fue como,
malamente
El niño ya crecido,
enriqueció.
El sabio, viejo enloquecido…
olvidó.
Y el beso… y el beso…

Y el beso…

Profundo era
CG